Tomamos las palabras del reconocido Presbítero Gilbert Koffi, para entender que “un retiro espiritual es una pausa necesaria en nuestra vida para encontrarnos de una manera más profunda y directa con Dios. Como cada año hacemos chequeos de salud, también debemos hacer un chequeo espiritual. Es importante hacer una pausa, revisar la vida o los eventos que nos han marcado, descubrir que tenemos mucho para agradecer porque hemos recibido mucho de Dios, su obra y su presencia en nuestra vida. Es también experimentar la verdad, porque Jesús es la verdad en Dios mismo”.
Tal como dice la palabra, un retiro es una oportunidad maravillosa en que los adolescentes pueden dar un paso al lado en su vida cotidiana para encontrar un momento para el descanso, para reconocerse y, en definitiva, encontrar paz interior. Resulta trascendental lograr en nuestros alumnos que puedan detener el tiempo por un instante, se acerca el final de esta etapa, es insoslayable y son conscientes de ello, por lo que hacer un alto en el camino y valorar cómo están afrontando sus vidas, facilita poder ayudarlos a calmar ansiedades y aportar claridad a los retos que se les presentan por delante.
Comenzamos a despedir a estos alumnos, la cuenta regresiva para este grupo está llegando a su final, pero pudimos ofrecerles este tiempo para DESCONECTAR de la inercia de la vida cotidiana, tener un tiempo de REFLEXIÓN, encontrarse a sí mismos, contemplar y aprender de las PEQUEÑAS COSAS DE LA VIDA, RECUPERAR energías, REJUVENECER y fortalecer sus espíritus, y ENCONTRAR un nuevo enfoque o camino para seguir cuando todo esto que viven se quede en silencio, y pase a ser solo un recuerdo hermoso en sus vidas.
