Que difícil se hace plasmar en palabras la infinidad de sentimientos que afloran en este momento. Este patio fue testigo silencioso de un tiempo hermoso en donde supimos desarrollar y comenzar a transitar nuestros primeros pasos como estudiantes. En aquel entonces, la Escuela Parroquial Pedro Goyena nos despedía, augurándonos un futuro de éxito y prosperidad para todos y cada uno de nosotros. Y hoy, 25 años después, los designios de Dios nos vuelven a reunir en este mismo lugar en donde compartimos risas y juegos, en donde cada tarde saludamos a nuestra bandera y rezamos en comunidad, en donde disfrutamos del tiempo juntos sin importar el mañana y las responsabilidades.
Recuerdos y anécdotas vienen a nuestra mente y nos emocionan… como olvidar nuestras actuaciones en este mismo escenario, las fiestas de Educación Física, nuestro viaje de egresados y el sacramento de la Confirmación, entre muchos más.
Pero que sería de un alumno sin sus maestros? El Señor Marcelo y las Señora Neni supieron guiar nuestros pasos en esos últimos años de la escuela primaria… cómo olvidar los análisis de oraciones en los tres aspectos: morfológico, sintáctico y semántico o los ejercicios de supresión de paréntesis corchetes y llaves…. Y ni hablar de la traslación y la rotación en geometría… entre mil contenidos más. Hoy miramos con gran orgullo y afecto a esas personas que nos acompañaron y buscaron dejar huellas en nosotros por el simple hecho de ser sus alumnos.
Se me llena el corazón de alegría al verlos, queridos compañeros… los caminos de la vida nos llevaron por rumbos distintos y eso es ley, pero el afecto y aquello que forjamos hace 25 años hace que hoy, el tiempo no haya pasado… muchos de nosotros optamos por esta institución para la formación integral de nuestros hijos y ojalá que ellos también puedan vivenciar aunque sea un poquito de lo que nosotros compartimos en esta querida institución.
Como docente de esta casa de estudios me siento orgulloso de verlos y compartir este momento con ustedes junto a esta querida comunidad… y como ex alumno, la felicidad invade cada rincón de mi ser, rogando a Dios que nos siga acompañando en nuestras vidas, con nuestras familias y cada momento de nuestro cotidiano…
De eso se trata la vida… de momentos, de emociones, de recuerdos, y en este día nos volvimos a sentir alumnos de esta escuela que nos vio crecer y aun hoy nos recibe para revivir los que fue aquel séptimo grado…
Felices 25 años de egresados, querida promoción 94…
El PROFESOR SERGIO GIMENEZ
EX ALUMNO DEL INSTITUTO PROMOCIÓN 1994
