Cualquier ejercicio orientado a producir un texto debe tener una restricción o un obstáculo que necesite ser superado.
Pero al mismo tiempo una consigna que sea pura “valla” que esté excesivamente pautada, tampoco facilita la escritura.
Por lo tanto debe ofrecer los “trampolines”, los disparadores que hagan escribir (…)
Es ese equilibrio entre “vallas” y “trampolines” el que genera la escritura y permite la reflexión posterior.
Ha llegado la hora de empezar a vincular más directamente la enseñanza de la escritura con el juego, explorando el aspecto lúdico, rico y diverso del lenguaje a través del trabajo creativo, vía de acceso privilegiado al discurso literario. Maite Alvarado.
Continuando con el proceso de escritura, se concatenó con los Corpus de Mitos y Leyendas de la Región Guaraní y los géneros discursivos.
…Existen historias que se esconden en lo profundo de nuestra selva, relatos de amores prohibidos, cuentos de animales salvajes y de personajes fantásticos, narrados por los pueblos originarios y transmitidas a nuevas civilizaciones y generaciones…